PROSA POÉTICA: EL ALPINISTA
Son las 05.30 a.m, y todavía no tengo
noticias tuyas. Me preparo apresuradamente una taza de té de verde con
un poco de hielo que me regala el subsuelo. Me visto nervioso oliendo
tus recuerdos. Ya sé que te marchaste hace tiempo, pero mi mente no
concibe lo que mis ojos perciben. Se hace la niebla en ésta cordillera,
solo se ven plantas congeladas y escarcha de semanas pasadas. Tirito por
dentro no de frío sino de lamento. Aún no encuentro a esa persona que
me llenó por dentro. Sonrisas tuvimos en noches de esparcimiento,
auroras boreales con cielos abiertos, morados y verdales, con formas que
se las llevó el duro invierno. Estoy llegando a la cumbre y entonces me
detengo, respiro alto y fuerte, antes de que me desplome el viento. Me
deleito desde acá arriba que salió el sol en ésta mañana de estruendo,
conseguí la meta pero tu amor seguirá aún siendo un vano recuerdo. Me
guardaste una nota en mi bolsillo a cuadros pequeño, me repetías: "no te
olvides nunca de éste amor empecinadamente eterno". La perspectiva de
mi vida la contemplo en éste valle de lágrimas, aunque desearía no estar
vivo sino te tuviera en mi pecho. Apresuro la bajada, confiando en que
la vida nos lleve a cruzarnos en algún momento, ya sea por verdes
praderas o por barrancos muertos.
El tiempo desafia y transforma hasta el mas profundo recuerdo. Con el vendran nuevos paisajes, otras vivencias, y seguro, permitira escalar nuevas montañas.
ResponderEliminarGracias pir compartir.
El tiempo desafia y transforma hasta el mas profundo recuerdo. Con el vendran nuevos paisajes, otras vivencias, y seguro, permitira escalar nuevas montañas.
ResponderEliminarGracias pir compartir.
Gracias a ti por leerlo Grace. Un saludo ; )
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